viernes, 3 de mayo de 2013



“El camino de la atención”



Cuando nos hacemos verdaderamente conscientes de nuestros comportamientos negativos, sentimos la inclinación natural de querer cambiarlos. Una vez dejamos de descargar a ciegas nuestra energía, comienza una lenta transformación. Cuando surgen situaciones difíciles, ya no nos impacientamos ni reaccionamos con hostilidad. Cuando ocurre algo estupendo, no nos henchimos de orgullo y satisfacción. Y, lo que es más importante dejamos de ser una carga para aquellos que nos rodean y nos convertimos en una fuente de apoyo y fortaleza para ellos.  Nuestro corazón anhela ser colmado y eso es algo  que no puede lograrse a través de la acumulación de cosas materiales, más bien al contrario, debemos despojarnos del apego al mi y al mío, a la persona y luego al ser, y finalmente de aquello que resulta más difícil, pero también más necesario “el apego a la propia vida”. Eso no significa vivir en la pobreza, sino desprenderse de los apegos que deforman la realidad. El orgullo, por utilizar una palabra, es lo que nos ensalza y aparta de todas las cosas, incluida nuestra propia naturaleza. Ser humilde y bondadoso libera una energía increíble, y contar con la fortaleza para ser humildes y buenos no es cosa fácil. En ese sentido, el camino del BUDA es un método para conseguirlo.
DHAMMAPADA, VERSO 183 – BUDA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario